Un argumento a favor de la legalización de la eutanasia voluntaria y el suicidio asistido es el siguiente: nos guste o no, lo cierto es que la muerte voluntaria es una práctica presente en toda sociedad; por tanto, al despenalizar y regular mediante leyes tal actividad, lo que estamos haciendo es, esencialmente, contribuyendo a que se dé de manera clara y legal algo que, de lo contrario, se desenvolvería en la clandestinidad, con todo los riesgos que eso tiene.
En este blog he escrito dos o tres entradas insistiendo en esto: el hecho de que en un país como Argentina (del que soy oriundo) o Grecia (en el que vivo) la muerte voluntaria esté prohibida no es ninguna garantía de que no se practique. Antes bien, se practica, pero de modo velado. En toda sociedad hay pacientes terminales que quieren poner fin de una buena vez a la agonía inútil, y hay médicos y enfermeros dispuestos a asistirlos en tal propósito, solo que la prohibición hace que la eutanasia voluntaria y el suicidio asistido deban llevarse a cabo ocultamente. Si la fase final es ya una tortura para esos pacientes, la clandestinidad sólo ayuda a incrementar la ansiedad y la amargura de los últimos momentos.
Esta mañana leí un artículo de Jean-Claude K. Dupont, escrito en 2002, poco después de la legalización de la eutanasia voluntaria en Bélgica. El autor menciona dos veces que la motivación principal de los legisladores belgas no era sino el de legalizar una práctica difundida en toda la nación, la de ayudar a morir al paciente terminal que así lo deseara. Cito:
«Según el legislador belga, la ley sobre la eutanasia no tiene como fin ni interferir en el ejercicio de la medicina ni postular un cierto número de valores concernientes a una hipotética ‘buena muerte’. Ella se propone, por el contrario, una mejor aprehensión jurídica de la realidad de la medicina, en lo que toca a las transformaciones de su práctica.»
Y, más abajo:
«[…] los motivos invocados para justificar el proyecto de una ley [permitiendo la eutanasia] son, en primer lugar, pragmáticos: se trata de asir una realidad social ignorada por la ley existente.»
Jean-Claude K. Dupont, «Euthanasie: la loi belge et la position des juges européens»