Sobre la utilidad del estudio del pasado

En filosofía, no existe progreso. Seguimos leyendo las obras escritas en el pasado, porque la lectura nunca es la misma: cada vez que releemos un fragmento de Heráclito, un diálogo de Platón o un tratado de Aristóteles, descubrimos cosas nuevas. Ese es un aspecto que Borges señaló con insistencia y acierto: el “nunca nos metemos dos veces en el mismo río” significa aquí nunca nos metemos dos veces en el mismo texto, nunca extraemos los mismos significados de un mismo escrito. Cada lectura es, en cierto sentido, única y, por tanto, irrepetible.

     Dedicarse al estudio del pasado de la filosofía no es una ocupación ociosa. Cuando uno es joven o adulto y vuelve a su infancia (la rememora, la revive, la analiza), no solamente la ve desde otra perspectiva –y por tanto puede interpretarla de una manera diferente a como lo hacía antes–, sino que esa comprensión le ayuda a situarse mejor en el presente. Querer borrar el pasado (el pasado personal, el pasado colectivo), o restarle toda importancia, es un signo inconfundible de que algo no va bien en el presente. Saber dialogar con el pasado es una condición para poder plantarse firmemente en el presente.

     No hay que pensar la historia como una línea horizontal que va de izquierda a derecha. En todo caso, hay que pensarla como una línea que avanza de abajo a arriba: los segmentos superiores descansan sobre los inferiores. El filósofo que se desentiende del pasado actúa tan insensatamente como el arquitecto que, por ocuparse de los pisos superiores, se desentiende de los cimientos del edificio que construye.

     En el fondo, siempre nos estamos ocupando de nosotros mismos y de nuestro presente, por más que el objeto de estudio nos parezca extraño o antiguo.


Nota: es curioso el hecho de que haya temas a los que cíclicamente volvamos. De hecho, hace exactamente un año escribía unas líneas sobre la cuestión del pasado, usando casi las mismas palabras. Aquí va el enlace a la entrada: «El valor de pensar el pasado»

Acerca de Marcos G. Breuer

I'm a philosopher based in Athens, Greece.
Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s