Estado vegetativo e interrupción de tratamientos médicos

Un caso clínico en mi ciudad, la Córdoba argentina, ha causado revuelo en estos días. Se trata de un paciente de 63 años que desde hace unos meses está en estado vegetativo. La familia ha pedido reiteradamente que le quiten todo soporte vital y lo dejen (terminar de) morir, ya que ese era, alegan, el deseo del enfermo. En cambio, los médicos se oponen, argumentando (por lo que tengo entendido) que aún está vivo y mientras hay vida hay esperanza de una cierta mejoría.

¿Qué corresponde hacer acá? ¿Hay que proceder tal como solicitan los familiares del enfermo, que en principio retransmiten la voluntad que el paciente expresaba cuando aún estaba consciente? ¿O hay que seguir el dictamen de los médicos?

Como no estoy al tanto de todos los pormenores, no quiero opinar sobre este caso en concreto. Pero supongamos que se tratara de un caso general. ¿Qué hacer?

En principio, la ley argentina sostiene que todo paciente puede decidir la interrupción o el no inicio de un tratamiento médico. Esta ley, en realidad, está basada en el principio de autodeterminación del paciente y se encuentra formulada en manera similar en la mayoría de las legislaciones occidentales. Así que no es un caso “solo de Argentina”.

Por cierto, no debe haber necesariamente continuidad temporal entre la expresión de la voluntad del paciente y la interrupción o el no inicio del tratamiento. Lo que sí es necesario en los casos en los que no existe continuidad es que la voluntad del paciente esté fehacientemente reflejada en un documento (por ejemplo, en una hoja con sus directivas anticipadas) o en las declaraciones de un empoderado (un pariente, un amigo, etc.).

En el caso que estamos discutiendo se da esta segunda versión. Podemos imaginar que el paciente le dijo reiteradamente a su esposa, cuando aún estaba bien, más o menos lo siguiente: “Si yo llego a estar en un estado vegetativo, por favor, déjame morir sin más. No me tengas artificialmente en vida.” (En estas circunstancias, la esposa funge de representante legal del paciente.)

A este punto, alguien puede preguntar si no hay alguna posibilidad, por remota que sea, de que un paciente recupere la conciencia y vuelva a tener una existencia más o menos “normal”, aunque ya haga tres meses que está en estado vegetativo. Al fin y al cabo, quien más, quien menos, todos hemos escuchado algún caso milagroso.

Antes de dar una respuesta a esta pregunta, quiero señalar que mi posición es clara aquí: la ley argentina, como la mayoría de las legislaciones que conozco, no ponen como condición la posibilidad, no importa si pequeña, mediana o grande, de recuperación. Si un paciente no quiere o no quiere más seguir con tal o cual tratamiento, es su cuerpo, es su vida, y el interesado tiene la última palabra. Insisto: no interesa si la negativa se debe a motivos personales, religiosos, ideológicos, etc.

Ahora bien, hay personas que escucharon el caso de tal o cual paciente que, después de estar en coma (¡atención!, en un estado comatoso, no en un estado vegetativo) han recobrado la conciencia y la normalidad. ¿Quién no vio la película de Almodóvar, Hable con ella?

Distingamos lo siguiente:

  • Si una persona tiene un accidente muy grave y queda en estado de coma irreversible, esa persona está muerta, por más que se le mantengan “vivas” algunas funciones vitales gracias, por ejemplo, a un respirador artificial.
  • En cambio, si un paciente está en coma potencialmente reversible, significa que en algún momento, sin que se pueda saber exactamente cuándo, podrá volver a la vida consciente, se despertará como después de un largo sueño. (De hecho, coma viene del griego, κώμα, que significa “sueño profundo”.)
  • Si, por último, un paciente entra en estado vegetativo significa que una parte del cerebro está muerta mientras otra, la responsable de las funciones vegetativas, sigue viva. ¿Qué parte del cerebro está muerta? La corteza cerebral, que es la sede del pensamiento, del habla, de la toma de decisiones, de los sentimientos.  

Un paciente en estado vegetativo parece como si tuviese actividad mental, por el movimiento de los ojos y algún que otro estremecimiento, pero se trata siempre de reacciones automáticas y de signos vitales espontáneos.

En el caso del paciente en coma reversible, la corteza cerebral puede no estar dañada: ha quedado en un estado de “stand-by”, y por eso en cualquier momento puede “reencenderse”. En cambio, las partes superiores del cerebro del paciente en estado vegetativo ya han muerto y no pueden regenerarse o solo lo pueden hacer mínimamente.

Como todavía no sabemos qué pasa exactamente en ese complejo y fascinante universo que es el cerebro humano, los médicos establecen el plazo de un número de meses para declarar la persistencia del estado vegetativo.

Si un paciente, que tuvo un paro cardíaco, hace más de un mes que está en estado vegetativo, ya es imposible por todos los medios que vuelva a la vida mínimamente consciente. Al inicio, podemos conservar el beneficio de la duda, el famoso “Hum, quién sabe si no nos equivocamos en el diagnóstico”, pero después de treinta días puede establecerse con certeza que “ya no hay vuelta atrás”. Hablamos entonces de estado vegetativo persistente. En el caso de los pacientes con traumatismos craneales el plazo es mucho mayor, de doce meses. Ahí hay que esperar un largo año. De todos modos, las alternativas del paciente en estado vegetativo son solo dos: o una levísima mejoría que conduzca a estados de conciencia mínima (jamás a la vida normal) o el estado vegetativo persistente.

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About Marcos G. Breuer

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2 Responses to Estado vegetativo e interrupción de tratamientos médicos

  1. Avatar de José Manuel José Manuel dice:

    Interesante post,
    En general,
    «Respetar la voluntad de la persona»
    Un saludo!

    • ¡Gracias, José Manuel, por tu nuevo comentario! De hecho, ayer me enteré de que la Justicia provincial ya avaló el pedido de la familia, o sea, el de respetar la voluntad del paciente.

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